Y... se produjo el milagro
Ayer compartimos alegría y gozo en el Teatro Campos Eliseos de Bilbao. Lleno hasta la bandera y con un público entregado desde el primer momento.
Con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia, el ayuntamiento de Bilbao y con nuestros amigos de la asociación Nagusiak, se produjo el milagro. Nuestros músicos de la BAOS, lo dieron todo. Atentos, con buen talante y con la profesionalidad que caracteriza a nuestros Fuelles. Antes y después.
El público siente lo que escucha y ve, pero cada espectáculo conlleva mucho trabajo detrás. Estoy orgullosa de todos ellos. Además se ha incorporado en esta aventura musical, una pequeña y estupenda alumna Enara Monasterio Goienetxea. Con doce añitos ya ha comenzado a volar entre fuelles, entre bambalinas, y poco a poco irá creciendo y aprendiendo más. Tiene buenos maestros, unos padres Maite y Jaime, (su aita también músico de nuestra orquesta) entregados en su educación.
Son las satisfacciones que te da la vida, discípulos con los ojos bien abiertos dispuestos siempre a sumar. Zorionak.
Solo tengo palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que nos ayudan a seguir caminando con paso firme.
Mi querida amiga Agurtzane Bilbao, con su habitual maestría nos guio a todos, píblico y músicos a viajar con la música.
Eskerrik asko benetan danori.
Amagoia Loroño, Directora de la BAOS.